Asegurar los datos y garantizar que todas las operaciones estén protegidas es crítico para cualquier organización que preste servicios básicos para la ciudadanía. En el caso de SARAS ENERGÍA, contar una infraestructura tecnológica segura y fiable ha sido clave para poder seguir operando en un entorno como el actual, en el que la gran fluctuación de los precios del petróleo plantea enormes retos al sector energético.