Soy extremeño, de un pequeño pueblo con un gran nombre: Valle de Santa Ana. Supone el punto de partida desde el que decidí encaminar mi vida personal y, sobre todo, profesional.

Si tuviera que definirme con una sola palabra, esta sería inquietud. Y es que, aún con todas las dificultades que implican nacer en un pequeño pueblo de Extremadura, no paraba de anhelar conocer, aprender y comprender todo aquello que me rodeaba. Por ello comencé mis estudios en el Grado de Ciencia Política y Administración Pública con el fin de obtener la mejor formación posible tanto en terreno político cómo en disciplinas cercanas cómo son la sociología o la antropología.

Mientras era parte de la fundación y organizador principal del COD, el Congreso de Organizaciones Democráticas, una asociación que buscaba acercar a políticos, politólogos y científicos sociales a la ciudadanía, fueron apareciendo nuevos interrogantes que requerían de soluciones innovadoras.

En este punto, decido adentrarme en las ciencias cognitivas y la psicología encontrando, por fin, respuestas a muchas dudas que mis conocimientos en ciencias sociales me planteaban. Pero necesitaba herramientas.

Las nuevas tecnologías permitían obtener nuevas competencias que resultarían definitivas para la consecución de Versen. Por ello fui adquiriendo conocimientos en programación con lenguajes como Python o JavaScript y en machine learning y deep learning.