No sabemos cómo va a ser el trabajo del futuro. A veces, incluso, es difícil definir cómo se planteará la demanda de talento en los próximos meses. Lo que sí sabemos es que las competencias y habilidades que hemos entrenado a lo largo de nuestro itinerario educativo y profesional, cada vez se ajustan menos al escenario que dibujan las llamadas megatendencias laborales: la globalización y los cambios tecnológicos.

Necesitamos reinventar los perfiles profesionales para acercarlos a lo que demandarán las empresas en un futuro cercano. Necesitamos reinventarnos.